Todo comenzó con un gracioso post que rolaba por Faceboook: “Los que estudian psicología están locos, los de educación son mal educados y los de leyes son los primeros en romperlas”.
—foto por Dale Leschnitzer.
Así que surgen algunas preguntas.
- ¿Tendrá que ver tu personalidad como chavo en el éxito que tengas como profesionista? Es decir, sí un chavo de leyes es tramposo, corrompe maestros, es líder negativo, pero siempre se sale con la suya ¿será un excelente abogado?
- ¿Será en base a tu personalidad la carrera que debes estudiar? Sí tu domingo te dura toda la semana, por ahorrarlo o administrarlo correctamente, desde chiquillo hiciste tus negocios vendiendo helados o canicas, entonces ¿serás un buen licenciado en administración de empresas?
- También ¿escoges lo que te vaya a dejar más lana en un futuro, de lo que siempre haya chamba o lo que estudiaron tus papás para que ellos te acomoden en su sindicato?
¿Por qué escogiste lo que estas estudiando?
Te has preguntado sí eres feliz con la carrera que estás estudiando o a gusto con la que, con tanto esfuerzo, ya terminaste.
La verdad no importa si estás ejerciendo tu carrera o no, decía un señor —ya grande y con mucha experiencia— “La escuela no te prepara para la vida real, sólo te quita un poquito lo apergatado”. Y otro señor decía —”Allá afuera no valen nada tus ‘dieces’ ni tu inteligencia, lo que cuenta es que seas ‘bien vivo’ y tu liderazgo”.
Otra persona comentaba —”Mi trabajo es de 8 horas y no aguanto sin ver el reloj y checar la hora de salida cuando apenas han pasado unos minutos. Mi show de comediante, que hago los fines de semana, es mi carrera y no me importa pasar 20 horas preparándome para mi mejor espectáculo”. Reflexiona: ¿Estás invirtiendo en un trabajo o en una carrera?
Tu sueño costará; necesitará de sacrificio, pero valdrá la pena.
En nuestra humilde opinión, si ta terminaste tus estudios y tienes algunos añitos trabajando, no dejes pasar más tiempo. Si eso que haces no es lo que te apasiona, siempre hay oportunidad de buscar el tiempo extra para invertir en tu carrera. Es cuestión de esfuerzo y organización; puedes despertarte una hora o dos más temprano, dejar de ver la televisión y el Facebook o dormir un poco más tarde con tal de trabajar en tu sueño y luchar por tu futuro.
Permite que tu trabajo te de para comer; el tiempo libre úsalo para construir tus sueños.
¿No quieres correr el riesgo? Una carrera con pasión es mejor remunerada que un trabajo por rutina.
Qué no tuviste el tiempo o los recursos para estudiar, pues ¡ni modo!, eso no será un obstáculo para ser alguien en este mundo. Recuerda que la escuela solo te quitará lo apergatado o apergatada. La vida misma es la que te enseña. Pasión y más pasión en lo que haces es la clave.
Y para los chamacos que aún no entran a la Universidad o que ya están en ella —pero siempre hay oportunidad de cambiarte— les compartimos un test que nos encontramos en la web, que esperemos sea de ayuda.
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Bendiciones.